Civilización Caral

Civilización Caral

La cultura Caral es la expresión más clara del surgimiento de las primeras sociedades complejas en el área norcentral del Perú. Esta área, comprende los valles de la costa, Conchucos y los callejones serranos de Huaylas junto con el altiplano de Junín, y la cuenca del río Huallaga y Marañón, las cabeceras del Ucayali en la selva.

En el área norcentral del Perú se conocía la existencia de asentamientos precerámicos, a partir de los cuales se ha podido plantear la existencia de organizaciones sociales de nivel jefatural. Entre los cuales destacan los de La Galgada, en el callejón de los Conchucos, Huaricoto en el callejón de Huaylas, Piruro en el Marañón, Las Haldas en Casma, Kotosh en el Huallaga, Los Gavilanes en Huarmey, El Paraíso en el Chillón Áspero en Supe, en Huaura.

De acuerdo con la cronología arqueológica, cultura Caral corresponde al denominado Período Formativo Inicial. Aunque algunos lugares como Valdivia, en Ecuador, se producía desde 4000a.c por ello la denominación de pre cerámica.

Los arqueólogos ya conocían la existencia de lugares arqueológicos en el valle de Supe desde principios del siglo XX, en 1905 Áspero fue estudiado por Max Uhle y en 1937 por Julio César Tello, y en los años 60 por Willey y Moseley. Recién en 1948 La misma ciudad sagrada de Caral fue explorada por Richard Schaedel y Paul Kosok, y dada a conocer con el nombre de Chupacigarro.

Sobre Caral se dice que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por jefes o representantes de dichos linajes en donde uno de ellos vendría a ser el Curaca principal y los otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes organizarían y conducirían la vida de los habitantes de las diversas ciudades.

El factor social y cultural que mantenía unidos a los habitantes del valle Caral se dice que pudo haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de coerción y cohesión. Ya que la religión en esa época era la política del Estado para el control de toda la población y control de la producción de bienes y su circulación.

Todo esto representado en los monumentos de carácter religioso tales como sus plazas, altares y atrios del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural.

Las actividades periódicas y reuniones conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural de los pobladores se decir que fue una civilización de paz pues no se observan ni se han encontrado armas ofensivas ni estructuras defensivas.

Civilización CaralCivilización Caral Civilización CaralCivilización Caral Civilización CaralCivilización Caral

Comentarios