Kat Hing Wai, enigmático pueblo que esconde dentro de sus murallas de ladrillo azul una basta historia. Este pequeño pueblo de forma rectangular (1000 m. x 900 m) de aproximadamente unos 500 años de antigüedad, fue construido como una fortaleza para el clan Tang, uno de los primeros clanes habitantes de esta región, durante la dinastía Ming (1368-1644).

El pueblo tiene una historia fascinante y una visita es una idea genial para conocer el pasado intrigante de estos colonos, con su muro de ladrillo azul de cinco metros de altura y los cuatro cañones en cada esquina, ha servido a sus residentes para la protección contra los bandidos, rivales clanes y los tigres salvajes a través de los siglos.

En abril de 1899, los residentes de Kam Hing Wai se rebelaron contra el dominio colonial británico, encerrándose a sí mismos dentro de la aldea. Después de varios ataques infructuosos por parte de las tropas británicas, las puertas de hierro cedieron y se abrieron. Las puertas fueron enviadas como trofeo de guerra a Londres para la exposición. Después de la demanda del clan Tang en 1924, las puertas fueron finalmente devueltas en 1925 por Sir Reginald Stubbs .

Es compacto, con hileras de casas estrechas y pequeños templos separados por las pequeñas callejuelas. El pueblo sigue siendo el hogar de cerca de 400 descendientes de los Tang Clan , que construyó el nuevo pueblo en el siglo 17, cuando fueron de los primeros en establecerse en Hong Kong desde el sur de China.

Hoy en día sus residentes se dedican a la agricultura, en especial del arroz en los terrenos adyacentes, y al turismo como actividad económica secundaria. Los visitantes deben hacer una donación antes de ingresar al pueblo, dejando la misma en la ranura de monedas en la entrada.

Uno de los aspectos más destacados de visitar Kat Hing Wai es la oportunidad de fotografiar a las mujeres hakka con sus tradicionales pantalones negros, túnicas y distintivos sombreros de bambú con franjas de tela negra.