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Los orígenes de la ciudadela inca de acuerdo con un estudio publicado en la revista arqueológica Antiquity, el excremento de la llama fue la base sobre la que se desarrollo la sociedad inca.
El autor Alex Chepstow - Lusty, indico que los incas se establecieron hace 2700 años en la zona de Cusco, donde esta ubicada Machu Picchu, al dejar de ser cazadores, recolectores y convertirse en agricultores, así mismo dijo que el desarrollo de la agricultura y el cultivo de maíz fue clave para el desarrollo de la sociedad. "Los cereales crean civilizaciones", agregó.
El científico paso años analizando depósitos orgánicos en el baño del lecho de un pequeño lago, “mas bien una charca”, llamada Marcaccocha y ubicada en el camino que une la parte baja de la jungla con Machu Picchu, en la montaña.
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Junto a su equipo detectó una correlación entre la primera aparición de polen de maíz en el año 700 a.c. que demostró que el cereal se podía cultivar a grandes alturas- y un incremento en el número de ácaros que se alimentaban de excremento animal.
Su conclusión fue que la "migración" masiva hacia la agricultura sólo fue posible gracias a un ingrediente fundamental: fertilizante orgánico; y mucho, en otras palabras, inmensas cantidades de excrementos de llama.
El legado de las llamas
Las llamas fueron y aun son muy utilizadas en los Andes Peruanos para transportar bienes y también como fuente de lana y carne.
Marcaccocha se encuentra a una antigua ruta de comercio, y las llamas que transportaban bienes entre la jungla y la montaña se detenían allí a beber y a “defecar en grupo”.
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Esto proveía un fertilizante fácil de recolectar para las personas que habitaban las zonas de cultivo de los alrededores", explicó Chepstow-Lusty.
Cuando los incas pasaron de comer quinua a ingerir maíz -que contiene más calorías- su sociedad creció en la zona de Cuzco.
Unos 1,800 años antes de que se volvieran agricultores, hacia el 1100 a.c., un largo período de tiempo cálido les permitió florecer como civilización, ofreciendo las condiciones de posibilidad para la construcción de grandes asentamientos de piedra, como los de Ollaytaytambo y Machu Picchu.
Hoy la civilización inca, su imperio, ya no está; fue desintegrado por los conquistadores españoles que llegaron a la zona hacia el siglo XVI. Pero sus descendientes, los quechuas, todavía utilizan excrementos de llama como fertilizante y como combustible para alimentar el fuego con que cocinan.
Actualmente el valle está lleno de indígenas que mantienen una forma de vida similar a la de hace 2.000 años.
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